La radiofrecuencia es un tratamiento de medicina estética no invasivo que utiliza energía para calentar las capas más profundas de la piel. Este calor estimula la producción de colágeno y elastina, dos proteínas fundamentales que le dan a la piel su firmeza y elasticidad. En esencia, es una forma de despertar la capacidad natural de tu piel para regenerarse, logrando un aspecto más joven, terso y saludable sin necesidad de cirugía.

Durante una sesión de radiofrecuencia, el especialista deslizará un cabezal sobre el área a tratar. Este dispositivo emite ondas de radiofrecuencia que penetran en las capas profundas de la piel, generando un calor controlado. Sentirás una sensación de calor agradable y tolerable. Este calor provoca una contracción inmediata del colágeno existente y estimula a las células (fibroblastos) a producir nuevo colágeno y elastina en las semanas y meses siguientes.

Se utilizan equipos de radiofrecuencia aprobados por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.). Estos dispositivos cuentan con diferentes tecnologías (monopolar, bipolar, fraccionada) que permiten tratar diversas profundidades de la piel. Durante el tratamiento, se aplica un gel conductor sobre la piel para facilitar el deslizamiento del cabezal y asegurar una distribución uniforme de la energía.

Duración Típica de la Sesión: Una sesión de radiofrecuencia suele durar entre 30 y 60 minutos, dependiendo del tamaño del área a tratar. Es un procedimiento relativamente rápido que puede realizarse cómodamente durante la hora del almuerzo.

Número de Sesiones Recomendadas: Para obtener resultados óptimos y duraderos, se recomienda un ciclo de 4 a 8 sesiones, con un intervalo de una a dos semanas entre cada una. El número exacto de sesiones dependerá de tus objetivos, el estado de tu piel y la recomendación de tu especialista.